Una navidad con sentido

Hace algunos años alguien a quien quiero mucho me pidió la ayudara con una composición o un cuento ya que se lo habían pedido y por razones de tiempo  no podía cumplir. 

Era diciembre, y éste mes siempre será  especial y desde lo más profundo de mi corazón e inspirado en mi familia , en la Navidad y en una poesía que le  había escrito a mi primer hijo hacia mucho tiempo nace éste cuento que hoy por primera vez publico. 

Espero lo disfruten, y que al final logren encontrar en ustedes y las personas que aman el verdadero sentido de la Navidad.



El árbol de los sueños”

Autor: Franklin Fdez. Torres.

Había una vez un pueblo pequeño llamado Renacer en una isla en el medio del océano. Cada diciembre el pueblo festejaba el fin del año viejo colocando hermosos arboles decorados con lujosos adornos. 



Nadie recuerda como llegó a Renacer la idea de este singular festejo, los más viejos rememoran que al principio existió un árbol en el medio de la ciudad alrededor del cual cada despedida de año y el día de año nuevo festejaban los pobladores del lugar. Con el tiempo, cada familia quiso tener su propio árbol, cada tienda, cada comercio, farmacia, o local adornaba su árbol con los más variados atuendos y sonidos musicales. Con el pasar de los años numerosos comerciantes aprovecharon la oportunidad y vendieron arboles confeccionados con los más diversos materiales y cuyos precios cada día iban en aumento haciéndose inalcanzables para la mayoría de sus pobladores. Con el pasar de los años solo algunas familias pudieron comprar y adornar estos árboles de fin de año por lo que cada año crecía el número de niños y niñas que no pudieron ver en sus humildes casas un árbol del fin de año.



Uno de esos niños era Jorge, un chico de 7 años cuya familia era muy humilde que nunca pudieron comprar un árbol de fin de año pero lo llenaron desde pequeño de un infinito amor. Cada año Jorge satisfacía los anhelos por el árbol recorriendo cada una de las tiendas del pueblo donde pasaba horas y horas contemplando aquellos majestuosos arboles de gran tamaño, otros medianos y hasta pequeños, cada uno decorados de manera exclusiva, cargados de finas pompas de cristal, con cintas plateadas y doradas y cajas de músicas que dejaban escapar dulces melodías. 

Una de esas tardes en las que Jorge llevaba varias horas recorriendo comercios en busca del árbol más hermoso, se queda dormido justo al lado de su anhelado árbol. 





-Hola Jorge, ¿qué haces ahí tan solitario? Le pregunta una linda mariposa.
-¿Y tú, como sabes mi nombre?, le dice sorprendido y se pone de pie de un salto.
-Yo soy una mariposa de los sueños y he podido escuchar el lenguaje de tu corazón. Quiero ayudarte.
-Ayudarme? Pero ¿sabes acaso que es lo que más quiero en este momento?, le pregunta.
-por supuesto que sí y tengo la manera de hacer tu sueño realidad.
-¿y cómo podría una mariposa, frágil y pequeñita como tú ayudarme a tener un árbol de fin de año hermoso como los que se exhiben en las vidrieras?
-Veo que eres muy desconfiado…sígueme. Le dice la mariposa

La bella mariposa reanuda su vuelo rumbo a las afueras del pueblo, detrás el curioso Jorge la seguía de prisa. Ya llevaba algún tiempo caminando cuando se adentran en el bosque que rodea la villa, y justo al frente de un árbol milenario y gigantesco la mariposa se detiene y le dice al niño.

-¿Ves esas semillas pardas y brillantes que están en el suelo? toma alguna de ellas y ponlas en uno de tus bolsillos. Más tarde te diré lo que debes hacer con ellas.



Jorge hizo todo lo que la mariposa le había pedido, aun sin comprender cuál era el propósito de aquellas semillas. Volvieron juntos al pueblo mientras tanto la mariposa de los sueños daba instrucciones.

-Lo primero que debes hacer es encontrar un lugar amplio y fresco cerca de tu casa, puede ser en el patio de tu casa. Abre en este sitio un agujero en el suelo y siembra allí una de las semillas que tienes. Con el tiempo vas a ver que nacerá una pequeña planta. Esta será frágil y debes cuidarla, regarla y protegerla de las inclemencias del tiempo. En unos meses tendrás un lindo árbol decorando tu casa que estoy seguro será la admiración de todos en el pueblo. Recuerda que este es un árbol muy especial, es tu árbol, el árbol de tus sueños, no lo dejes morir. Y diciendo estas palabras hizo un giro en el aire y voló y voló alejándose del niño rápidamente.





Sorprendido Jorge corrió a su casa, aun lleno de dudas escogió un lugar en su patio, lo limpió, y abrió un agujero profundo donde sembró una de las semillas que había traído del bosque. Mientras la sembraba pensaba de qué manera este árbol podría superar la hermosura de los árboles que veía cada año en las tiendas y casas del pueblo, pero lleno de esperanza y obediencia hizo todo lo que la mariposa le había pedido. Durante los próximos meses, el niño cuidó del brote de la semilla, en pocos días la frágil planta se convertía en un arbusto copioso que se elevaba ya por encima de la cabeza de su dueño. Jorge lo contemplaba todos los días con admiración pero lleno de tristeza pensaba en su interior que nunca este arbolito podría compararse con los arboles de fin de año que lucían algunas de las casas y comercios del pueblo. 

-Éste árbol no tiene música, ¿cómo va a llamar la atención? pensó.

En eso vio pasar una pareja de lindas aves que se posaron en una de las ramas de su árbol, su trinar era melodioso y su canto invitaba a otras aves a posarse en las ramas del nuevo arbolito. En pocas horas se podía escuchar el canto de las aves que encontraron en el árbol de Jorge abrigo y alimentos. Al pasar algunos días dejó de ser un árbol silencioso para convertirse en hogar de aves cantoras. 

Crecieron redondos frutos rojos que además de darle alimentos a las aves que en el anidaban adornaban de manera especial al joven arbusto. En pocos meses pequeños y hermosos nidos daban vida al árbol de Jorge.

 -Bueno, es cierto que mi árbol tiene hermosas ramas, lindos pájaros cantores, frutos maravillosos y nidos que lo adornan, pero sin luces seguirá siendo un árbol oscuro en las noches y seguirán siendo sus hermanos de plástico y alambres los más deseados. Pensaba Jorge.

Una noche el pequeño Jorge vio llegar una invasión de luciérnagas que brillantes como estrellas fueron a posarse justamente en las ramas de su árbol de los sueños. El espectáculo era maravilloso, y fueron muchos los habitantes de Renacer que quisieron ver con sus propios ojos al árbol de Jorge, el que siempre tenía dulces melodías y que en las noches brillaba como cielo de estrellas. Era la admiración de la ciudad. Todos admiraban al pequeño Jorge y contemplaban al árbol de los sueños con anhelo. Hasta los que disfrutaban de lujosos arboles artificiales venían a contemplar el árbol que había sembrado Jorge. El y su familia estaban muy felices.




Pararon muchos años y como cada diciembre cientos de aves cantoras y viajeras anidaban en el árbol de Jorge y en las noches de diciembre se alumbraban sus ramas con la luz de miles de luciérnagas. Sus frutos seguían siendo las delicias de pájaros y habitantes del lugar. Todos amaban al árbol de los sueños. Jorge creció y aunque dejo de ser un niño siguió cuidando su árbol con devoción y cada fin de año eran más y más las familias que se juntaban a su alrededor para festejar por la paz, la vida, el amor y la esperanza.




-Oye chico, despierta, tenemos que cerrar- Dice con voz enérgica un señor al pequeño Jorge dormido.
-Oh, sí, disculpe, Señor, ya voy saliendo, perdón, ya me iba- …dice Jorge levantándose rápidamente aun sin comprender que había vivido un sueño. Se incorpora y rápidamente sale de la tienda y se dirige a su casa a contarles a sus padres el hermoso sueño. De pronto descubre algo en sus bolsillos, introduce sus pequeñas manos y cual no es su sorpresa cuando ve pardas y brillantes semillas en su palma de la mano. Llega gritando a su casa.

-Mamá, papá, vengan, ayúdenme a sembrar estas semillas, son del árbol de los sueños- y se dispusieron juntos los tres a sembrar la hermosa semilla.

Cuentan que Renacer tiene ahora muchos árboles de los sueños que son el orgullo del pueblo. Con el tiempo cada familia decidió sembrar su propio árbol, los comerciantes dejaron de vender arboles artificiales y cada diciembre las familias se reúnen al lado de sus árboles a despedir del viejo año y esperar el nuevo con alegría y esperanza.


                                                                  FIN

Descarga el cuento en este enlace:  El árbol de los sueños.


Y tú, ¿Has encontrado el verdadero sentido de la navidad?. Para mi, tuvo sentido compartir con ustedes esta historia, regalarles la oportunidad de sacar sus conclusiones y de hacerme llegar sus opiniones al respecto, las espero. Tengan excelente navidad y una despedida de año fabulosa, preámbulo de un gran año que esta por comenzar. Bendiciones



DR. FRANKLIN FERNÁNDEZ TORRES
pediatra cubano residente en Ecuador
Dos consultorios en Durán, Guayas
Consultorio Pediátrico Especializado Dr. Franklin Fernández Torres "porque te quiero sano"

Consultorio Pediátrico Especializado 2 Dr. Franklin Fernández Torres. Centro Médico en Durán

whatsapp. +593995941468


Comentarios

  1. Gracias estimado Doctor, hermosa composición, me llena de ternura, felicidades y bendiciones

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  2. Doctor escriba sobre las primeras comidas complementaria del bebé, tips de como prepararlas, que si y que no, por fis

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    1. Excelente sugerencia. Los temas nutricionales me apasionan y me gusta educar en estos aspectos tan importantes. Gracias.

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  3. Felicitaciones muy bonito cuento Doctor para reflexionar en estas fechas. 👍

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