¿Qué hacer cuando mi hijo no quiere comer? Consejos del pediatra.

Recientemente abordé en este Blog sobre la alimentación saludable como pilar fundamental en el bienestar de nuestros niños. Pero más allá de proporcionarles nutrientes necesarios, también es importante cultivar una relación positiva con la comida.

En el mencionado artículo Los padres preguntan y yo les respondo. Hablemos de nutrición saludable, exploramos la importancia de los nutrientes y una alimentación equilibrada en el crecimiento y desarrollo de los pequeños.

Ahora, queremos ir un paso más allá y brindarles a los padres consejos prácticos para fomentar una relación positiva con la comida en sus hijos. Estos consejos no solo les ayudarán a establecer hábitos alimentarios saludables, sino que también promoverán una actitud equilibrada y disfrutable hacia la comida desde una edad temprana.

Aquí les brindo algunas ideas para profundizar en el punto de consejos prácticos para fomentar una relación positiva con la comida: 1. Involucrar a los niños en la preparación de alimentos: Animar a los niños a participar en la preparación de comidas puede despertar su interés y curiosidad por los alimentos. Puedes invitarlos a lavar las frutas y verduras, mezclar ingredientes, decorar platos o incluso permitirles elegir recetas simples. Esto les da un sentido de propiedad y satisfacción al ver el resultado final, lo que puede aumentar su motivación para probar nuevos alimentos.

Niña ayudando en la preparación de la comida

2. Hacer que las comidas sean divertidas y atractivas: Presentar los alimentos de manera creativa puede captar la atención de los niños y hacer que la experiencia de comer sea más emocionante. Puedes usar cortadores de formas para las frutas y verduras, crear platos coloridos y atractivos visualmente, o incluso organizar juegos temáticos de alimentos. Recuerda que la presentación atractiva no solo apela a su sentido del gusto, sino también a su sentido visual.

Una comida divertida es más apetecible. 

3. Establecer horarios regulares para las comidas: Mantener horarios regulares para las comidas ayuda a establecer una rutina saludable y facilita que los niños se sientan más seguros y preparados para comer. Intenta establecer un horario fijo para el desayuno, almuerzo, cena y las meriendas. Esto les brinda una estructura y les ayuda a desarrollar un sentido de hambre y saciedad adecuado.

Respetando el horario de la alimentación fomentas el apetito.

4. Evitar la presión excesiva: Forzar a los niños a comer o presionarlos para que terminen su plato puede generar una relación negativa con la comida. Es importante respetar su apetito y permitirles escuchar las señales de su cuerpo. Fomenta un ambiente relajado durante las comidas, evitando las discusiones o el castigo asociado con la comida. Recuerda que cada niño tiene su propio ritmo y preferencias alimentarias. 5. Introducir gradualmente nuevos alimentos: La introducción de nuevos alimentos puede ser un desafío, pero es importante hacerlo de manera gradual y respetuosa. Ofrece nuevos alimentos junto con los que ya les gustan y permíteles explorarlos a su propio ritmo. Puede ser útil presentarlos en formas y texturas diferentes, como purés, trozos pequeños o cocinados de manera distinta.

Sea creativo, introduzca nuevos sabores y nutrientes.
No se rinda, sea persistente. Los niños aprenden. 

6. Ser un buen ejemplo: Los niños tienden a imitar los comportamientos de sus padres y cuidadores, por lo que es esencial ser un buen ejemplo en cuanto a los hábitos alimentarios. Muestra entusiasmo por probar nuevos alimentos, come variedad de alimentos saludables y evita comentarios negativos sobre la comida o tu propio cuerpo. Cuando ven que disfrutas de una relación positiva con la comida, es más probable que ellos también lo hagan.

Sus hijos lo imitarán. Fomente el consumo de verduras, carnes, 
hígado en su hogar. 

7. Promover un ambiente sin distracciones: Trata de crear un entorno tranquilo y libre de distracciones durante las comidas. Apaga la televisión, evita el uso de dispositivos electrónicos y enfócate en disfrutar del momento en familia. Esto permite que los niños se concentren en su comida y en las señales de hambre y saciedad que su cuerpo les envía.

Hágalos partícipe de la cena en familia. La unidad
en la mesa incrementa el apetito. 

¡Explora cómo puedes abordar el desafío de un niño que no quiere comer! Comparte tus experiencias y consejos en los comentarios.

Dr. Franklin Fernández Torres

Pediatra Diplomado en Nutrición

+593995941468

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