Carta editorial: A 5 años de la pandemia, reflexiones de un pediatra para los padres
Queridos padres,
Han pasado cinco años desde que el mundo se detuvo. Cinco años desde que una pandemia nos obligó a replantearnos todo lo que creíamos saber sobre la salud, la protección y el cuidado de nuestros hijos. Hoy, como pediatra y como padre, quiero compartir con ustedes algunas reflexiones sobre lo que hemos aprendido y cómo podemos seguir protegiendo a nuestros pequeños en un mundo que, aunque ha cambiado, sigue presentando desafíos.
El COVID-19 nos enseñó, de la manera más dura posible, la importancia de estar preparados. Nos enfrentamos a días de incertidumbre, miedo y angustia, donde cada tos, cada fiebre en nuestros hijos, nos hacía temer lo peor. Pero también nos mostró la resiliencia de las familias, la capacidad de adaptarnos y la importancia de la ciencia y la medicina para guiarnos en momentos críticos.
Hoy, aunque el COVID ya no es la amenaza que fue, nos enfrentamos a nuevos retos. La coexistencia de múltiples virus respiratorios, como el rinovirus, el virus sincitial, la influenza y otros, nos recuerda que la salud de nuestros hijos sigue siendo frágil. Los consultorios pediátricos están llenos de niños con síntomas que van desde gripes leves hasta bronquitis y neumonías. Y, como padres, es normal que el miedo y la preocupación vuelvan a aparecer.
Pero quiero decirles esto: no están solos. La pandemia nos dejó herramientas valiosas. Aprendimos la importancia del lavado de manos, la ventilación de espacios, la vacunación y el distanciamiento en momentos críticos. Aprendimos a reconocer síntomas de alarma, como la fiebre persistente, la dificultad para respirar o la tos que no cede. Y, sobre todo, aprendimos que la prevención y la atención médica oportuna son nuestras mejores aliadas.
A cinco años de la declaración de la pandemia, quiero recordarles que, aunque el miedo puede ser paralizante, no debemos dejar que nos gane. La salud de nuestros hijos es una responsabilidad compartida entre padres, médicos y la sociedad en general. Sigamos trabajando juntos para protegerlos, para brindarles un entorno seguro y para enseñarles que, incluso en los momentos más difíciles, hay esperanza.
Gracias por confiar en nosotros, los pediatras, para guiarles en este camino. Sigamos cuidando de nuestros niños con amor, paciencia y, sobre todo, con la certeza de que estamos haciendo lo mejor por ellos.
Con cariño y solidaridad,
Dr. Franklin Fernández
Especialista en Pediatría y Nutrición Infantil
Punto y Salud
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