El estreñimiento en los niños

Uno de los motivos de consultas y de preocupación de muchos padres suele ser el estreñimiento que padecen sus hijos. Un niño estreñido es aquel que tiene menos de tres movimientos intestinales por semana, cuando tiene problemas para evacuar las heces, tiene que pujar y cuando sus heces son duras, secas y de mayor volumen de lo habitual.

Casi siempre se debe a una dieta insuficiente en agua y fibra, elementos que ayudan a los intestinos a moverse con normalidad. Aquellos niños que comen alimentos procesados, queso, pan blanco, bollos, rosquillas y carne es fácil que estén estreñidos. Sin embargo, al llevar una dieta con alimentos ricos en fibra, como la fruta, la verdura, las hortalizas y los cereales integrales, puede impedirse que las heces se endurezcan y se sequen.

A veces, algunos medicamentos, como los que se utilizan para tratar la anemia por deficiencia de hierro, pueden causar este malestar. En los menores de 1 año de edad muchas veces el estreñimiento ocurre con el paso de alimentarse a seno al consumo de leche de fórmula o cuando se comienzan a introducir las papillas y otros alimentos sólidos.  Los niños pequeños que están aprendiendo a utilizar el inodoro pueden estreñirse, sobre todo si son forzados a utilizarlo antes de que estén preparados.

Muchos niños evitan ir al baño, incluso cuando tiene necesidad. Ignoran ese tipo de urgencias ya que no quieren utilizar un baño que no es el suyo, interrumpir un juego divertido, o pedir a un adulto que necesitan ir al baño. Cuando esto sucede, evacuar las heces más adelante les resulta complicado.

Otro elemento a considerar es el estrés que ocasiona estreñimiento sobre todo cuando están nerviosos, ansiosos por algo, como un cambio de colegio o los problemas que tienen en escuela o conflictos dentro de casa. Los problemas emocionales afectan el funcionamiento del tubo digestivo, provocando estreñimiento.

Solo en pocos casos el estreñimiento está relacionado con otras enfermedades médicas.

Un niño que no evacua o defeca cada día no necesariamente está estreñido. Algunos pueden hacerlo hasta tres veces al día, mientras que otros solo van una vez cada tres días. Pero es bueno recordar los síntomas que nos orientan al diagnóstico:

      Defecar con menos frecuencia de la habitual

      Dolor al evacuar las heces (hacer popo)

      Sensación de llenura, aumento de volumen en abdomen, cólicos, gases.

      Esfuerzo a la hora de defecar. (pujos)

      Sangrado después de defecar.

      Manchas en la ropa interior con heces fecales.

Podemos prevenir y tratar el estreñimiento:

Aumente el volumen de líquidos que suministra a sus hijos y exija que lo tome en su horario de clases y otras actividades fuera de casa. El agua y otros líquidos ayudan a mover las heces fácilmente a lo largo del intestino. La mayoría de los niños en edad escolar necesitan por lo menos entre 3 y 4 vasos de agua al día.

Los jugos de frutas ayudarán a que los lactantes y bebes pequeños no sufran de este padecimiento cuando se comienzan a introducir los alimentos a partir del sexto mes. Si el estreñimiento continúa lo mejor es acudir al doctor para descartar otros problemas.

Las frutas, legumbres, cereales y otros alimentos ricos en fibras ayudan a limpiar los intestinos y a mover los excrementos. Prepare jugos y licuados con frutas tales como naranjas, peras, papaya, pitahaya, piña y aumente el consumo de frijoles, avena, plátanos maduros, pan integral y palomitas de maíz.

La fibra no tiene que ser algo que desagrade a los niños. es otra forma de introducir la fibra en la dieta de su hijo.

Fomente la práctica de ejercicios físicos, juegos a la pelota y la bicicleta favorecen el movimiento intestinal.

Desarrolle un horario de comidas que sea regular. Comer siguiendo un horario regular puede ayudar a su hijo a desarrollar unos hábitos regulares para defecar. Si es preciso, adelante el desayuno un poco para que el niño pueda disponer de más tiempo en el baño y se acostumbre a defecar antes de ir a escuela. Si es de los niños que se aguantan las ganas de ir al baño por otras actividades exíjale sentarse en el inodoro durante por lo menos 10 minutos aproximadamente a la misma hora todos los días (preferiblemente después de una comida).

Mantenga la lactancia materna hasta los dos años de vida, introduzca los alimentos por la supervisión de su pediatra para evitar estreñimiento. Suministre solo la cantidad de leche de formula establecida para la edad y condiciones del lactante. El exceso de leche de formula es una de las causas de este padecimiento. El abandono de la lactancia materna también favorece el estreñimiento.

Estos pequeños pero significativos cambios en la dieta y el estilo de vida de nuestros pequeños ayudaran a prevenir este molesto síntoma.  Acuda a su pediatra antes la persistencia de los síntomas, no automedique a su hijo, el abuso de sustancias para estimular la defecación puede ser perjudicial, crear hábitos, y acarrear serias consecuencias para la salud de su hijo.

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Autor: 
Dr. Franklin Fernández Torres
Pediatra cubano, diplomado en nutrición infantil.
Durán-Guayas-Ecuador
Reg. Prof.  Libro 1E F-26 #71
+593995941468
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