Un cuadro en la pared, inspiración y compromiso.

La primera vez que escuché sobre el cuadro "El doctor" de Lukes Fildes y la historia que encierra esta pintura me cautivó para siempre. He leído que pocas obras han logrado transmitir con tanta expresividad los sentimientos de un médico hacia su paciente cómo esta que fué pintada en 1891. 


Desde hace algunos días una representación del cuadro "El doctor" me acompaña en mi consulta y es un gran compromiso para mí ya que estoy convencido de la misión que tenemos los médicos de velar por la salud de los enfermos, en mi caso como pediatra la salud  de los niños.

Esta obra resume todo el afán y el desvelo del médico por tratar de obtener la salud de su pequeño paciente que yace cerca de él en una cama improvisada. La presencia de algunos frascos o utensilios  nos hacen pensar que se ha intentado por cualquier medio mejorar el estado de salud del pequeño. La postura la concentración del doctor con mirada fija hacia el niño nos permiten imaginar todos sus preocupaciones y sobre todo sus esperanzas de lograr devolverle la salud a la pequeña criatura. En lo profundo de la oscura habitación el padre, de pie, contempla al doctor esperando algun comentario. Pero su mirada dirigida al médico nos refleja también su confianza. Sin embargo la madre desconsolada llora sobre la mesa. Por su parte ella quiere pensar que todo estará bien pero sabe que la situación es difícil. 

La pintura nos  transporta a esos tiempos de escasos recursos pero donde se  valoró tanto la actitud del médico, su consagración , su proximidad  hacia la familia, así como su compromiso, desvelo y paciencia. Son cualidades que en estos tiempos, en los que tenemos a nuestra disposición la ciencia y tecnologías de nuestro lado así como cada vez mas recursos farmacéuticos, debemos preservar. Es nuestro humanismo, humildad y apoyo el que más valoraran las familias. Las familias podrán olvidar un tratamiento, una receta o recomendación pero nunca olvidarán como los hiciste sentir en la consulta. 

El cuadro se inspiró en una tragedia de su autor, la muerte de su primer hijo con sólo un año víctima de la tuberculosis. Se puede sacar como conclusión que el pintor y su esposa quedaron muy impresionados por la conducta de aquel doctor que atendió a su hijo por lo que, a los años, el pintor ya consagrado quiso rendirle homenaje a los médicos, algo que sin dudas logró.

En días recientes hemos perdido a dos hermanos médicos cubanos aquí en Ecuador víctimas del coronavirus. He visto los emotivos homenajes póstumos realizado en sus instituciones donde laboraban. He sentido un orgullo sincero y profundo por todo lo que en vida esos colegas entregaron. Hoy estoy convencido que la labor que con tanto amor, altruismo, pasión, desvelo estos médicos entregaron a sus pacientes hasta el final de sus vidas está representado también en esta obra.



Autor: 
Dr. Franklin Fernández Torres
Pediatra cubano, diplomado en nutrición infantil.
Durán-Guayas-Ecuador
Reg. Prof.  Libro 1E F-26 #71
+593995941468
Instagram: @pediatrafranklinfernandez
Twitter: @franklinftorres
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Comentarios

  1. Doctor de Derekmy lo máximo con sus conocimientos recomendado

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  2. excelente obra doctor, todos tristes por la perdida de nuestro dos hermanos medicos cubanos , su legado entrega y pasion queda entre nosotros

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