Lo que pudo ser diferente: La importancia de la detección temprana en pediatría

Hace poco recibí un mensaje que me hizo reflexionar profundamente sobre mi labor como pediatra. Una madre me escribió: "Nos hubiera cambiado la vida a nosotros y a nuestra hija si le hubiéramos hecho caso". Esta frase resonó en mí, pues recordé el caso de su pequeña, a quien atendí hace años cuando era apenas una lactante. En aquel entonces, la bebé presentaba síntomas respiratorios, pero, más allá de eso, durante el examen noté signos de un posible retraso en su neurodesarrollo.


Consulta de Puericultura o Control al niño sano.

Como pediatra, mi formación siempre me ha llevado a ver la consulta como un espacio integral. No solo me centro en los síntomas o signos que traen a los padres a mi consultorio, sino que intento ir más allá. La puericultura, o el control del niño sano, es la base de mi trabajo, y la prevención es mi prioridad. En ese momento, les dije a los padres que algo me preocupaba, que quería salir de dudas y que era necesaria la evaluación de un neurólogo.

La comunicación es un pilar fundamental en mi práctica médica. Quienes me conocen, tanto en el ámbito profesional como personal, saben que siempre busco mejorar mis habilidades para transmitir información de manera clara y empática. Mi trabajo en redes sociales, mi constante formación académica, la publicación de artículos y mi reciente certificación como Community Manager son reflejo de mi compromiso con la comunicación efectiva. En ese caso, mi intención no era asustar a la familia, sino alertarlos sobre una situación que requería atención inmediata.


El diagnóstico oportuno es esencial en pediatría.


Sin embargo, este caso no es aislado. Muchas veces, el temor a enfrentar la realidad sobre la salud de un niño puede llevar a un retraso en el diagnóstico. He visto esto con frecuencia en familias cuyos hijos presentan trastornos de la conducta, como hiperactividad, trastornos del espectro autista o retrasos en el neurodesarrollo. Desde muy pequeños, estos niños comienzan a mostrar señales, pero la negación o el miedo pueden retrasar la intervención temprana, que es crucial para su desarrollo.

Los pediatras no estamos para asustar, sino para alertar, diagnosticar, orientar y canalizar a los especialistas correspondientes cuando la situación lo requiere. Escuchamos atentamente las preocupaciones de los padres, sus temores y observaciones, y basamos nuestras recomendaciones en la evidencia científica, el examen físico y la experiencia acumulada a lo largo de los años. Por eso, es igualmente importante que los padres, abuelos y cuidadores presten atención a las observaciones que hacemos en consulta.


Frente a dudas o inseguridad es válido
buscar una segunda opinión

Si en algún momento sienten dudas o no están seguros de las recomendaciones, siempre es válido buscar una segunda opinión. En salud, el tiempo es oro, y esperar demasiado puede tener consecuencias graves.

El caso de esta familia es un ejemplo claro. Después de varios años, se confirmó que mis observaciones en aquella primera consulta eran correctas: la pequeña presentaba un retraso importante en su neurodesarrollo, y aún sigue en evaluación. La madre me dijo: "Usted fue el único que se dio cuenta, doctor, desde muy pequeña, pero nosotros nos asustamos". Aunque sus palabras me dieron cierta satisfacción personal, también me llenaron de tristeza.

Este caso me dejó una valiosa lección como médico: debo esforzarme aún más por ganarme la confianza de los padres desde el primer momento. Mi comunicación debe ser clara, segura y empática, para que mis recomendaciones se sigan y se cumpla mi misión como pediatra: proteger y promover la salud de los niños.

Por eso, quiero hacer un llamado a todos los padres que leen este artículo: cuando un pediatra les llama la atención sobre algo en sus hijos, háganle caso. Nuestras observaciones están basadas en años de estudio, experiencia y análisis de casos previos. No buscamos asustar, sino alertar y actuar a tiempo.


Cuando un pediatra les llama la atención sobre algo en sus hijos, háganle caso

Les invito a explorar otros temas en mi blog. En la lupa de búsqueda de la página pueden teclear cualquier palabra de interés y, después de más de 8 años escribiendo, estoy seguro de que encontrarán artículos que respondan a sus inquietudes.

Soy el doctor Franklin Fernández Torres, especialista en pediatría, medicina familiar y con un posgrado en nutrición infantil. También soy Community Manager certificado. Mi objetivo es seguir acompañándolos en el cuidado de lo más valioso que tienen: sus hijos.



Dr Franklin Fernández Torres
Especialista en Pediatra, Medicina Familiar
y Post Grados en Nutrición
Community Manager

ENLACE A REDES SOCIALES DEL DOCTOR FRANKLIN FERNÁNDEZ TORRES



Comentarios

Entradas populares de este blog

Caso en Consulta: mastitis del recién nacido.

Asteriscos * en los resultados de exámenes. ¿Debo preocuparme?. ¿Qué significan?

Los Oxiuros, esos fastidiosos parásitos. Lo que debes saber.