Abordando las Infecciones Respiratorias Recurrentes en Tiempos Actuales

En diversas ocasiones, los padres expresan sus inquietudes en las consultas médicas acerca de la persistencia de procesos respiratorios en sus hijos. Estos episodios mejoran con el tratamiento en unos días, pero luego el niño vuelve a experimentar síntomas respiratorios. Esta recurrencia de problemas respiratorios, marcada por síntomas como obstrucción nasal, secreción y tos, que puede comenzar como una tos seca para volverse productiva y, en ocasiones, acompañada de fiebre, ha sido observada en todos los grupos de edad en los últimos meses.

Los padres, con justificada preocupación, señalan que sus hijos parecen no acabar de sanar. En un lapso de tres o cuatro meses, han experimentado dos, tres o incluso más episodios respiratorios con características similares. En algunos casos, incluso han desarrollado bronquitis o bronconeumonía, llegando en ocasiones a requerir hospitalización.

Algunos niños padecen de infecciones virales respiratorias
de manera recurrente agotando en cada proceso sus defensas inmunológicas.

Esta inquietud se ha convertido en una constante en las consultas médicas, lo que me motiva a analizar esta situación desde una perspectiva clínica y epidemiológica basada en mi experiencia. Lo primero que destaco es que nos encontramos en una época caracterizada por la coexistencia de múltiples factores, como gripes estacionales causadas por virus, la circulación del virus sincitial respiratorio y la presencia continua de los virus de la influenza, en particular el subtipo A, así como el persistente impacto del Covid-19 y sus variantes en nuestra población.

Existen factores de riesgo que pueden contribuir a la frecuente exposición de los niños a estos virus circulantes. Niños con antecedentes familiares de alergias como asma o rinitis, aquellos que nacieron prematuros, con bajo peso al nacer, desnutridos, anémicos o que padecen enfermedades crónicas como obesidad o diabetes, así como los portadores de parálisis cerebral infantil, están en mayor riesgo de adquirir estas infecciones respiratorias.

La tos, secreción nasal, dolor de garganta, y fiebre
son síntomas comunes en las infecciones respiratorias. 

Desde un punto de vista clínico, el proceso es similar: un niño se contagia de un virus específico, lo que desencadena síntomas respiratorios. Durante la fase aguda, experimenta diversos síntomas, seguida de una convalecencia hasta su recuperación. Sin embargo, en esta batalla contra el virus, el sistema inmunológico del niño se debilita, haciéndolo más susceptible a futuras infecciones en los días siguientes.

Por tanto, es comprensible que tras unas semanas, un paciente con un sistema inmunológico debilitado se enfrente a un ambiente repleto de virus y contraiga una nueva infección respiratoria causada por otro tipo de virus. Una vez más, es necesario recurrir a medidas sintomáticas o a aquellas recomendadas por el médico para afrontar este proceso.

Es fundamental recordar la importancia de la prevención de infecciones respiratorias, especialmente en casos en que se disponga de una vacuna, como la influenza estacional. Esta medida puede prevenir contagios, reducir la gravedad de los síntomas y, por supuesto, disminuir el riesgo de complicaciones.

El lavado correcto y sistemático de las manos ayuda 
en la prevención de gripes. 

En una época marcada por la coexistencia de diversos virus respiratorios, la recurrencia de infecciones respiratorias en los niños puede ser atribuida a la debilitación temporal del sistema inmunológico después de cada episodio. La prevención a través de la vacunación y la implementación de medidas de higiene y cuidado adecuadas son esenciales para mitigar la propagación de estas infecciones y proteger la salud de los niños.

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Vacunar a tus hijos es prevenir infecciones y
sus complicaciones. 

En este contexto desafiante de infecciones respiratorias recurrentes, es esencial resaltar ciertas medidas fundamentales para proteger la salud de nuestros pequeños. La prevención cobra un rol crucial en la reducción del riesgo de contagio y propagación de estas infecciones. Además de la vacunación, el lavado de manos frecuente con agua y jabón, así como la práctica adecuada de la etiqueta de la tos y el estornudo, se presentan como escudos vitales contra la transmisión de virus. Es fundamental recordar que la automedicación no es aconsejable en caso de gripes u otras infecciones respiratorias, y siempre es prudente consultar a un profesional de la salud. Estar atentos a los signos de alarma, como dificultad para respirar, fiebre alta persistente, cambios en el comportamiento o empeoramiento rápido de los síntomas, es esencial para una pronta intervención. Invitamos a nuestros apreciados lectores a compartir sus experiencias, preguntas y comentarios, fomentando así un espacio de intercambio constructivo para enriquecer nuestra comprensión colectiva sobre este importante tema de salud infantil. Juntos, podemos enfrentar y superar los desafíos que presenta la salud respiratoria de nuestros seres queridos.


Dr. Franklin Fernández Torres

Especialista en Pediatría y Medicina Familiar
Postgrado en Nutrición Pediátrica


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