"Cuidando Nuestra Piel en Épocas de Calor: Afecciones y Precauciones"

La llegada de un feriado siempre es motivo para movilizarnos y disfrutar de unas mini vacaciones, estos días conjugan diversos elementos que fomentan la manifestación de una serie de afecciones dermatológicas. Poseer una piel saludable conlleva a una protección más eficaz y constituye un indicativo de un bienestar óptimo. En esta jornada, los acercaré de cómo identificar las principales patologías cutáneas que adquieren una frecuencia destacada durante los días de vacaciones. 

En días de calor se incrementan las lesiones de la piel. 

La piel de los infantes ostenta una vulnerabilidad potencial a la eclosión de una erupción eritematosa diseminada en áreas como el tronco, el cuello y los brazos, si bien también puede presentarse de manera generalizada, recibiendo el nombre de Miliaria Rubra, reconocida coloquialmente como Salpullido.

Los viajes de vacaciones , sobre todo cuando hay mucho calor conlleva a la ruptura de muchas de nuestras rutinas higiénicas. No secamos adecuadamente nuestro cuerpo y se abre paso la invasión fúngica, afectando las áreas más húmedas de nuestra anatomía, como las regiones inguinales, los espacios bajo los senos, las axilas y, especialmente, los pies.

Además, se incrementa la incidencia de lesiones causadas por infecciones fungosas preexistentes, tal como ocurre con la conocida tiña o la pitiriasis versicolor.

La exposición desmesurada a la radiación solar trae consigo no solo el deseado tono dorado de la piel, sino que sus consecuencias pueden resultar perjudiciales para la salud, incluyendo desde quemaduras superficiales hasta abrasiones profundas y daños significativos en la córnea y la retina ocular, de manera primordial.

El sol quema, no solo la piel sino que
 puede dañar nuestra cornea y retina

No menos inusual son las lesiones provocadas por las picaduras de insectos o el contacto con criaturas vivas o vegetación que irrita nuestra epidermis. Estos incidentes generan desde inflamación local hasta compromisos severos para la vida. Ejemplos de ello son el contacto con medusas, erizos y peces rascacios, entre otros, sin omitir en ningún momento las dermatitis provocadas por el contacto con flora silvestre, algo común entre aquellos que acampan.

Durante las vacaciones se incrementan los accidentes con heridas.

Por último, pero no menos relevante, se hallan las lesiones engendradas por accidentes, heridas de diversa magnitud que acontecen en una amplia gama de sucesos, la mayoría de los cuales son prevenibles. Estos incluyen heridas causadas por objetos punzantes o cortantes, caídas y traumas craneales con laceraciones que se originan al sumergirse bruscamente en aguas poco profundas o desconocidas.

Es menester mencionar algunas de las recomendaciones más trascendentales a considerar antes de abandonar el hogar, las cuales contribuyen a la salvaguarda de nuestra piel:

• Intensifique las medidas de higiene, realice lavados frecuentes de la piel en más de una ocasión al día.
• Mantenga las habitaciones  debidamente ventilados.
• Vista  ropa limpia, de tonos claros y frescos.

Evite la exposición solar entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde.

• Seque minuciosamente toda su piel, poniendo énfasis en los espacios entre los dedos, las axilas y las zonas inguinales.
• Cuando sea posible, aplique protector solar.
• Evite la exposición solar entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde.
• Ingiera una cantidad generosa de líquidos, los galenos sugieren una ingesta de 2 litros diariamente.
• Incluya en su dieta frutas frescas y verduras, lo cual mejora la salud de la piel y la mantiene hidratada.
• Eduque a sus hijos sobre las especies vegetales y animales que pueden ocasionar irritación cutánea.
• Sea precavido, evite situaciones de riesgo de accidentes. Mantenga la atención centrada en sus hijos y manténgase alejado de las bebidas alcohólicas.

En días de calor manténgase bien hidratado. 

Los exhorto a compartir sus vivencias vinculadas a este tópico, así como sus observaciones o inquietudes. Compartan esta información con sus allegados, ya que otros pueden necesitarla.

Dr. Franklin Fernández Torres

Pediatra con Postgrado en Nutrición Infantil

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